miércoles, 25 de marzo de 2015

Naxos, la isla tranquila




Por  Josep A. Borrell, Periodista e historiador. 

Algo más de 200.000 españoles se acercaron a Grecia el pasado año, aproximadamente un 10% más de viajeros que en años anteriores. Gran parte de ellos vinieron atraídos por la oferta turística de las islas griegas como Santorini, Mikonos, Corfú, Rodas... lugares fantásticos donde combinar el merecido descanso estival con una propuesta de ocio y cultura única. Otros en cambio prefirieron la Grecia más clásica y se perdieron por los monasterios de Meteora, las calles de Atenas o la ruinas de Delfos. Incluso hay quien apostó por la siempre sorprendente Creta, la mayor de las islas griegas del Egeo que es casi un continente en sí.

No les quepa la menor duda. Podrán desarrollarse otras ofertas en este Mare Nostrum, pero Grecia siempre tendrá un atractivo especial que la hace algo diferente del resto de destinos del Mediterráneo. Lo cierto es que este país del sur de los Balcanes, situado a las puertas de Asia es la cuna cultural de Occidente. Pero además cuenta con una propuesta muy peculiar: es un país que cuenta con unas 5.000 islas de todos los tamaños, formas y colores, de las cuales por ejemplo solo unas 220 corresponden a las conocidas Cícladas, el archipiélago que ocupa el corazón del mar Egeo.

Otra de las particulares de esta Grecia insular es que cada una de las islas es bien distinta entre sí. No solo las islas del archipiélago de las Jónicas son totalmente diferentes a las del Dodecaneso, y éstas a la vez de las Espóradas, y éstas de las del Sarónicas y las Cícladas, sino que además dentro de cada archipiélago cada isla presenta una personalidad específica que la diferencia de su vecina. Eso sin tener en cuenta lugares como Creta que vendría a ser casi un continente en sí, por su extensión y pluralidad de paisajes. Por eso Grecia no se acaba con las conocidas islas antes citadas. El número de ellas y su gran variedad hacen que prácticamente la oferta insular sea infinita.



La mayor de las Cícladas
Una de estas islas interesantes de la Grecia insular infinita es Naxos. No se preocupen en buscar en exceso. Casi nunca aparece citada en los catálogos turísticos, y pocos viajeros expertos le hablarán de ella como una isla remota y espectacular que podría entrar en un “Top ten” de maravillas desconocidas. Es más si alguna vez preguntan sobre ella a alguien que conozca Grecia, lo más probable es que les conteste que es una isla aburrida, donde hay pocas cosas a hacer.

Craso error. Ahí está su secreto. Naxos es la mayor de las islas de las Cícladas, por extensión, y se sitúa justo en el centro del Egeo. Por tanto olvídense del efecto “isla pequeña y perdida de Robinson Crusoe”. Tampoco tiene unos paisajes de ensueño para fardar en “instagram” ante los amigos de las últimas vacaciones, aunque hay buenas puestas de sol, excelentes playas, algo de montaña y también costa recortada en su cara norte. No tiene una oferta turística clásica excesivamente desarrollada, aunque obviamente hay hoteles más que correctos y una pequeña oferta de bares y restaurantes playeros como cualquier otra isla mediterránea en verano.

Naxos fue también, según cuenta la mitología griega , el lugar donde Ariadna halló la felicidad. Ésta, tras jugarse el físico al ayudar a Teseo a escapar del laberinto de Creta y de la furia del Minotauro, abandonó su isla natal y se fugó con el héroe ateniense. Pero a mitad de camino, junto a la altura de la isla de Naxos, Teseo -sin ganas de muchos compromisos- dejó abandonada la princesa cretense allí mientras dormía. Descubierta por Dionisos, quien quedó prendado de su belleza, se casó con Ariadna que vivió en Naxos los mejores años de su vida. Y al final tras varios sucesos lúgubres (la mitología griega es así de trágica) fue rescatada del Hades por Dionisos y llevada al Olimpo junto a su madre Sémele.

Este relato nos da una pista de como era entendida la mayor de las islas Cícladas en el mundo clásico. Situada a mitad de camino entre Atenas y Creta, era el país de Dionisos y por tanto una tierra fértil y rica en productos agrícolas. Una circunstancia no menor si consideramos que las Cícladas son islas bastante secas. De esa riqueza, es testimonio el Kryton, una licor producido por un cítrico (mitad pomelo, mitad limón) exclusivo de Naxos que adquirió gran fama a fines del siglo XIX y pasó aser una de las  bebidas más  apreciada por la alta sociedad europea.



¿Qué tiene de interesante Naxos, en la actualidad? Pues se van a sorprender. Precisamente lo que se busca muchas veces en el verano: tan solo sosiego, largas playas, alguna taberna perdida en medio de un pinar, una interesante oferta arqueológica como excusa para realizar buenas excursiones, y unos buenos rincones para unas fabulosas siestas. Pero sobre todo pocos turistas. Bien, sí los hay (!qué isla del Mediterráneo no los tiene!) pero básicamente son griegos que el mes de agosto abandonan el área metropolitana de Atenas y regresan a los pueblos de sus ancestros a disfrutar de interminables comilonas con la familia, y que vienen  a buscar sus raíces en los largos días de verano ¿Tienen mejor plan?

Si además quieren lugares para visitar  y cosas a hacer se las digo ahora mismo: un castillo veneciano, algunas estatuas gigantes de piedra de hace 2.700 años, una enorme puerta al templo de Apolo, museos, iglesias bizantinas, el casco antiguo de Chora.... Bueno lo normal en Grecia.

Autor: Josep A. Borrell, Periodista e historiador para www.greciainfo.com